Para incrementar tus ingresos... la Receta del buda dorado
Ésta es una receta que ha dado muy buenos resultados a todos aquellos que la han realizado. Recuerda que si la haces con fe, pronto verás cómo tus ingresos se incrementan de forma importante.
En qué casos se utiliza el Buda del Dinero:
· Para ver incrementados sus ingresos para poder hacer frente a todos los gastos que se avecinan.
· Atraviesar un período de dificultades económicas y necesidad de un dinero extra.
· Hace tiempo que se espera un aumento de sueldo y se lo necesita ahora más que nunca.
· El buda del dinero (dorado).
· Una manzana grande roja.
· Una rebanada de pan integral.
· Un botella de vino dulce (que sea vino tinto).
· Una barrita de incienso, si es posible de mirra.
· Un plato.
Se trata de un ritual que debes realizar a primeros de cada mes, y que repetirás varios meses hasta que dé resultado. El día más favorable será el que tenga Luna creciente y la mejor hora serán las doce del mediodía. Para empezar, coloca el buda en un plato, junto a un número impar de monedas; pon también la rebanada de pan, la manzana y el vaso de vino dulce.
Ahora, enciende la barrita de incienso y pide que la prosperidad venga a tu hogar o a tu negocio. Después de quemar el incienso, guarda el plato en un mueble; puede ser en un aparador del salón o en una vitrina, pero procura que sea un sitio que no toque nadie. Tú sí que tendrás que acceder a él cuando vayas a reiniciar el ritual a principio de cada mes.
RECUERDA:
Cuando vayas a realizar la receta de nuevo, al mes siguiente, coge del plato una o dos monedas, las que te hagan falta para comprar la manzana. Cuando la tengas, envuelve la anterior en un papel y sustitúyela por la nueva. En el plato debes dejar una moneda en sustitución de la que has gastado en la compra de la manzana. En cuanto al incienso, puede valer cualquiera que te guste, aunque es recomendable el de mirra. También debes cambiar el pan y el vino una vez al mes.
Ten presente que sólo puedes tocar una vez al mes todo lo que le dejas al buda (al que no debes mover del lugar donde lo coloques), y que únicamente tú, que estás haciendo ritual, puedes hacerlo.